domingo, 3 de diciembre de 2017

SOLDADOS DE SALAMINA (Javier Cercas, 2001)


Benito Arias

   Leí esta novela en el 2002, un año después de su publicación, cuando acumulaba una o dos ediciones por mes. Al margen de los premios Planeta y similares, debe ser una de las novelas más vendidas del nuevo siglo en España. Tiene un cierto parecido con Patria, el fenómeno actual: las dos de autor español, editadas por Tusquets, con tema socio-político, accesibles para todo tipo de lectores y con una calidad muy alta. Ambas han sido superventas por recomendación directa del público, porque han sabido colocarse en esa intersección tan rara entre la calidad y el gusto masivo. Cabe preguntarse cuáles son las características concretas de este tipo de novelas, ya que más allá de lo anterior, las obras de Cercas y Aramburu no tienen mucho en común. Según creo, una de ellas es que la obra resulte legible, que ofrezca un buen ritmo de lectura con un lenguaje cuidado pero sin excesos barrocos; otra podría ser la capacidad para emocionar al lector sin caer en sentimentalismos. Son dos condiciones difíciles de conseguir, pero que Cercas concilia perfectamente en este libro, como Aramburu en el suyo.
   Soldados de Salamina sigue siendo, releída quince años después, un logro magnífico. No ha pasado el tiempo por ella, si acaso está algo más extendida la técnica del "relato real", como bautiza Cercas a la non-fiction novel que desde A sangre fría cuenta ya con una amplia nómina de ejemplos. Soldados se halla por derecho propio entre las cumbres del género. Sólo he leído El adversario de su paralelo francés, Emmanuel Carrêre, pero creo que Cercas tiene un estilo más rico, aunque tampoco he agotado toda su producción, por ahora me han gustado mucho El inquilino y La velocidad de la luz.
   Después de terminar Soldados he vuelto a ver la versión cinematográfica de David Trueba, con el gran acierto de ponernos a la guapa Ariadna Gil en sustitución del personaje masculino. Por lo demás, quitando otras licencias menores, es bastante fiel y mucho menos lograda que el original.
   La novela está dividida en tres partes, la central es el relato histórico de algunos sucesos en la vida del falangista Rafael Sánchez Mazas, la primera es el meta-relato de investigación para esa segunda parte, y la tercera un asombroso volcado de la ficción sobre la realidad. La parte documental, aun siendo interesante, no llega a captar tanto nuestra atención como la cotidianidad de ese sosias del escritor que investiga, charla con unos y otros y se va de vacaciones con su amiga Conchi; pero la parte final logra fusionar hechos e imaginación de una manera que roza la poesía. Se han elogiado estas últimas páginas con razón, ya que logran elevar hasta la cima el relato sin caer en la cursilería, entrelazando muchos de los motivos sembrados a lo largo de la novela con una pertinencia y una capacidad de asociación y síntesis extraordinaria.
   Me ha pesado algo la repetición de la anécdota central, de hecho recuerdo que al leerla por primera vez ya encontré algo redundante el relato del fusilamiento, y la documentación histórica tal vez sea algo opresiva, no sé. En todo caso, son detalles menores, ya que ni es una novela larga (poco más de 200 páginas) ni se hace larga en ningún momento. Seguramente se ha ganado ya un puesto importante en la historia de la novela española. Me propongo continuar más adelante con El monarca de las sombras, de la que he leído opiniones contrapuestas, y eso a pesar del terrible cansancio que me provoca el tema de la Guerra Civil.

2 comentarios:


  1. Perdonen mi desinformación, pero prefiero preguntar a quedarme en la ignorancia. Busqué en las enciclopedias y no encontré parentesco entre la batalla de Salamina y la salvación de este caballero por un soldado del bando enemigo. ¿Me pueden ilustrar?

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  2. Pues eso es fácil... La entrada de la Wikipedia sobre la novela lo explica. Es un poco largo, pero resumiendo es que le gustaba el título. El problema que yo le veo es sugerir cierta complacencia con el bando nacional, ya que fue la batalla en que expulsaron los griegos a los persas. Y encima con ese personaje en el centro de la novela... Sin embargo, ya se sabe que Cercas es de izquierdas, y su intención seguro que no era ésa.

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