Ir al contenido principal

SOLDADOS DE SALAMINA (Javier Cercas, 2001)


Benito Arias

   Leí esta novela en el 2002, un año después de su publicación, cuando acumulaba una o dos ediciones por mes. Al margen de los premios Planeta y similares, debe ser una de las novelas más vendidas del nuevo siglo en España. Tiene un cierto parecido con Patria, el fenómeno actual: las dos de autor español, editadas por Tusquets, con tema socio-político, accesibles para todo tipo de lectores y con una calidad muy alta. Ambas han sido superventas por recomendación directa del público, porque han sabido colocarse en esa intersección tan rara entre la calidad y el gusto masivo. Cabe preguntarse cuáles son las características concretas de este tipo de novelas, ya que más allá de lo anterior, las obras de Cercas y Aramburu no tienen mucho en común. Según creo, una de ellas es que la obra resulte legible, que ofrezca un buen ritmo de lectura con un lenguaje cuidado pero sin excesos barrocos; otra podría ser la capacidad para emocionar al lector sin caer en sentimentalismos. Son dos condiciones difíciles de conseguir, pero que Cercas concilia perfectamente en este libro, como Aramburu en el suyo.
   Soldados de Salamina sigue siendo, releída quince años después, un logro magnífico. No ha pasado el tiempo por ella, si acaso está algo más extendida la técnica del "relato real", como bautiza Cercas a la non-fiction novel que desde A sangre fría cuenta ya con una amplia nómina de ejemplos. Soldados se halla por derecho propio entre las cumbres del género. Sólo he leído El adversario de su paralelo francés, Emmanuel Carrêre, pero creo que Cercas tiene un estilo más rico, aunque tampoco he agotado toda su producción, por ahora me han gustado mucho El inquilino y La velocidad de la luz.
   Después de terminar Soldados he vuelto a ver la versión cinematográfica de David Trueba, con el gran acierto de ponernos a la guapa Ariadna Gil en sustitución del personaje masculino. Por lo demás, quitando otras licencias menores, es bastante fiel y mucho menos lograda que el original.
   La novela está dividida en tres partes, la central es el relato histórico de algunos sucesos en la vida del falangista Rafael Sánchez Mazas, la primera es el meta-relato de investigación para esa segunda parte, y la tercera un asombroso volcado de la ficción sobre la realidad. La parte documental, aun siendo interesante, no llega a captar tanto nuestra atención como la cotidianidad de ese sosias del escritor que investiga, charla con unos y otros y se va de vacaciones con su amiga Conchi; pero la parte final logra fusionar hechos e imaginación de una manera que roza la poesía. Se han elogiado estas últimas páginas con razón, ya que logran elevar hasta la cima el relato sin caer en la cursilería, entrelazando muchos de los motivos sembrados a lo largo de la novela con una pertinencia y una capacidad de asociación y síntesis extraordinaria.
   Me ha pesado algo la repetición de la anécdota central, de hecho recuerdo que al leerla por primera vez ya encontré algo redundante el relato del fusilamiento, y la documentación histórica tal vez sea algo opresiva, no sé. En todo caso, son detalles menores, ya que ni es una novela larga (poco más de 200 páginas) ni se hace larga en ningún momento. Seguramente se ha ganado ya un puesto importante en la historia de la novela española. Me propongo continuar más adelante con El monarca de las sombras, de la que he leído opiniones contrapuestas, y eso a pesar del terrible cansancio que me provoca el tema de la Guerra Civil.

Comentarios


  1. Perdonen mi desinformación, pero prefiero preguntar a quedarme en la ignorancia. Busqué en las enciclopedias y no encontré parentesco entre la batalla de Salamina y la salvación de este caballero por un soldado del bando enemigo. ¿Me pueden ilustrar?

    ResponderEliminar
  2. Pues eso es fácil... La entrada de la Wikipedia sobre la novela lo explica. Es un poco largo, pero resumiendo es que le gustaba el título. El problema que yo le veo es sugerir cierta complacencia con el bando nacional, ya que fue la batalla en que expulsaron los griegos a los persas. Y encima con ese personaje en el centro de la novela... Sin embargo, ya se sabe que Cercas es de izquierdas, y su intención seguro que no era ésa.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

EL MAPA Y EL TERRITORIO (Michel Houellebecq, 2010)

Benito Arias     Continúo mi recorrido por la obra de Houellebecq, a menudo relecturas, con esta novela que me fatigó en su día y que ahora al regresar a ella en otras condiciones (la primera vez fue en digital, ahora en papel) me ha gustado bastante. Primera apreciación, por tanto: las obras saben distinto según el formato en que las leemos, y la lectura apresurada en formato electrónico, que suele hacerse en circunstancias incómodas, a ratos perdidos y muchas veces asediados por los ruidos, a la larga perjudica la valoración y el disfrute de unos libros que no hempos leído propiamente como tales.     Lo primero que se suele destacar de esta novela es cierta sorpresa por haber dado con una novela clásica firmada por el post-moderno Houellebecq. En efecto, escrita en tercera persona, extensa, galardonada con un premio como el Goncourt, sin apenas contenido sexual y centrada sobre todo en un personaje claramente distinto del propio autor, parece una novela sin más, no las rare

EL HOMBRE QUE ATRAVESABA LAS PAREDES (Marcel Aymé, 1943)

Francisco Villalba    Descubrir que había adquirido la curiosa facultad de atravesar las paredes no tuvo para Dutilleul nada de extraordinario. Además, amenazaba con perturbar su discreta y apacible existencia. Pero cierta situación le indujo a echar mano de sus poderes, y ya entonces nos barruntábamos que podría acabar enganchado, lo que efectivamente ocurrió, con las consecuencias que ustedes descubrirán si llegan a conocer sus aventuras.    “El hombre que atravesaba las paredes” es el primero de la serie de relatos de Marcel Aymé, agrupados con el mismo título, editada por Argos Vergara en 1983. La edición original, “Le passe-muraille” data de 1943.    La protagonista del siguiente relato también está capacitada para subvertir las leyes de la física. Se llama Sabina, y posee el don de la ubicuidad. Al igual que Dutilleul, Sabina sucumbe ante la tentación, en este caso la de multiplicarse por doquier. Y ya les anticipo que tiende a la ninfomanía.    En los dos textos siguient

REBELIÓN EN LA GRANJA vs. 1984 (George Orwell, 1945 y 1949)

José Miguel García de Fórmica   «Cada renglón que he escrito en serio desde 1936 lo he creado, directa o indirectamente, en contra del totalitarismo y a favor del socialismo democrático», escribió George Orwell, el hombre que, haciendo honor a esas palabras, concibió las dos mayores diatribas antitotalitarias más conocidas de la literatura, Rebelión en la granja y 1984 . Es decir, Orwell las dirigió contra esa variante del totalitarismo que durante gran parte del siglo XX tuvo visos de triunfar, el comunismo soviético (contra el totalitarismo fascista él ya había combatido personalmente, en la guerra civil española), que en el momento de redacción de esos libros emergía de la segunda guerra mundial en la cúspide de su prestigio. De hecho, y como él mismo denuncia en el prólogo que suele acompañar al primero de esos libros, le costó mucho trabajo encontrar un editor que publicara un panfleto tan evidente contra el ahora amigo soviético (uno de ellos le dijo que habría sido más fá

UN CAPITÁN DE QUINCE AÑOS (Julio Verne, 1878)

  José Miguel García de Fórmica    En 1878, Verne publicó una novela que durante mucho tiempo se situó entre las favoritas de sus lectores, pero a la que el tiempo está eclipsando de modo implacable. El planteamiento que eligió es soberbio: el viaje en principio plácido que emprende el Pilgrim desde Nueva Zelanda a California acaba convirtiéndose en una odisea de la angustia cuando, intentando cazar una ballena, perece toda la tripulación, quedando a bordo tan solo el grumete, un grupo de trabajadores negros a quienes habían rescatado previamente del mar, la esposa del armador con su hijo pequeño y un primo entomólogo que no es sino un niño grande. Una odisea porque el único adulto con conocimientos marinos que sigue en el barco, el cocinero Negoro, altera la brújula y engaña a los pasajeros del barco hasta llevarlos al África negra de los tratantes de los esclavos. Verne, desde luego, estaba sobradamente dotado para este tipo de dramaturgia, como demuestra una de sus primer

EL HOMBRE SIN ATRIBUTOS (Robert Musil, 1930-1942)

Benito Arias    Después de terminar la relectura de El hombre sin atributos dejo pasar unos días pensando qué podría destacar de este libro enorme en todos los sentidos, con el límite de los pocos párrafos que nos permitimos en estas reseñas. Empezaré con un poco de "mirada retrospectiva": tengo la edición en cuatro volúmenes de la foto, la que por primera vez puso a disposición del lector español la novela de Musil con los capítulos en estado de borrador o corregidos pero no publicados e incluso distintas variaciones de algún motivo importante. Llevo leyendo estos libros muchos años, empecé en los 80, y aunque el primer tomo del primer volumen original parecía contener grandes virtudes, me aburrió entonces su enrevesado discurso, lo releí más tarde; pero no fue hasta la década de los noventa cuando me zampé la obra entera en unos pocos meses con el verano del 95 como epicentro. En esa ávida lectura me fascinó el retablo de la Viena prebélica, de la incongruente Kakan

EL HOMBRE QUE CAYÓ EN LA TIERRA (Walter Tevis, 1963)

José Miguel García de Fórmica Acabo de pasar la última página de la novela y la dejo sobre la mesa, me siento a escribir en el ordenador y me entran ganas de servirme una ginebra (y no me gusta la ginebra) como homenaje al desdichado protagonista de El hombre que cayó en la Tierra (1963). La literatura es irónica: esta novela, que compré hace varios años sin mayor inquietud por leerla (lo hice por eso que llamamos «completismo», porque tenía un vago recuerdo de la película que inspiró con David Bowie de protagonista), y que he cogido al azar en estos días indolentes entre el final del verano y el comienzo de las clases, me ha proporcionado la más triste y melancólica reflexión sobre la soledad, cósmica en su sentido más literal, que he leído en mucho tiempo. Un conocimiento rutinario de su trama podría inducir a engaño: a creer que lo que va a contarnos el libro es la enésima historia del contacto que establece el representante de una raza del espacio con nuestro siempre co

LOS EMBAJADORES (Henry James, 1903)

Benito Arias     Los embajadores (1903) es la novela intermedia de la Gran Trilogía de Henry James, justo entre Las alas de la paloma (1902) y La copa dorada (1904), siendo considerada por el propio novelista (así lo manifiesta en el prólogo a Retrato de una dama ) su mejor obra, la más "proporcionada" y "redonda". Sería su obra cumbre, por tanto, dentro de la que suele considerarse también mejor etapa de su autor, claro que en esto hay división de opiniones, y aunque algunos comentaristas, como F. R. Leavis, votan por el Retrato (que el propio autor sitúa a este respecto justo después de Los embajadores ) y otras novelas previas a este estallido final, son más lo que optan por el periodo difícil, entre otros Percy Lubbock. Personalmente, creo que no estamos obligados a elegir, aunque en este caso tiendo a dar la razón a la mayoría. Por lo demás, es admirable la vastedad del legado de Henry James, y la altura de tantas de sus obras. Prácticamente no hay un

LA FLECHA NEGRA (Robert Louis Stevenson, 1883)

  José Miguel García de Fórmica   Tengo por mi guerra «favorita» una contienda de la que no tengo mayores conocimientos que los que me han dado dos obras literarias (y, por tanto, también cinematográficas). Una, claro, es el Ricardo III de Shakespeare (y de Laurence Olivier); la otra, una novelita de Robert Louis Stevenson que no suele figurar entre lo más conocido de su autor pero que es seguro que quien la haya leído habrá de recordarla siempre con el mayor de los placeres. La contienda es la Guerra de las Dos Rosas (que ya de por sí diríase un nombre inventado por un literato). La novelita, La flecha negra . El autor la publicó inicialmente en 1883, por entregas, en la misma revista y con el mismo seudónimo (el alias de Capitán George North) donde poco antes había hecho lo propio con la historia que por siempre le hizo ganar la inmortalidad, La isla del tesoro . No es casualidad, por tanto, que en ambas brille el mismo ímpetu narrativo, la misma alegría por el mero arte del rel

FORTUNATA Y JACINTA (Benito Pérez Galdós, 1887)

José Miguel García de Fórmica La posible reticencia que podamos sentir hacia ella solo porque en los manuales de literatura es calificada (por aquellos que es dudoso que hayan leído otra cosa que literatura «seria») como la novela más grande del siglo XIX español queda vencida solo con aplicar el único método para salir de dudas: leerla. Fortunata y Jacinta no sé si será la mejor novela de esa centuria, ni siquiera si la más destacada de Galdós, pero desde luego es una obra grandiosa, excepcional, inolvidable. Sorprendido justo en mitad del camino de su vida, el escritor canario la escribió con el convencimiento pleno de estar ejecutando una novela culminante en su trayectoria: como Auto de fe o Cien años de soledad o Los hermanos Karamázov , es una de estas que se llaman novelas-mundo , por ambición, por extensión, por el propósito de incluir en ella una completísima expresión del universo humano. Un universo encarnado en una ciudad, Madrid, más que nunca un personaje fu

LA AMANTE DE WITTGENSTEIN (David Markson, 1988)

Benito Arias    Con ese título, es imposible no interesarse por la novela. Aunque es un tanto enigmático, ya se sabe que Ludwig Wittgenstein (el filósofo del siglo XX) era homosexual y mistress no es el término apropiado para designar a una mujer supuestamente enamorada del filósofo. Sin embargo, la obra se titula Wittgenstein's Mistress , se publicó en 1988 y su autor, David Markson (1927-2010), sabía muy bien lo que hacía al elegir el título. Mistress es una amante dominadora, que violenta con sus acciones o con sus palabras al otro. También es una maestra. Kate, la voz de la novela, ejerce violencia sobre las obras de Wittgenstein, en concreto sobre el Tractatus , para enseñarnos un mensaje postmodernista y también muy claro, que todo es diverso, meramente aproximado y muy confuso. Si algo puede resumir la impresión general de esta novela es que Samuel Beckett ha decidido contarnos el Tractatus a su manera. En frases cortas y en párrafos breves de una sola o de pocas fras