viernes, 10 de enero de 2025

COLECCIONISMO (2): VALDEMAR GÓTICA (vols. 11 a 20)

 

Benito Arias

   El demonio del coleccionismo aparece cuando separamos los ejemplares de una misma colección y los ponemos aparte de sus anteriores compañeros, distinguiéndolos porque ya no caben en la balda con sus respectivos hermanos de autor o género, o porque simplemente nos conviene reordenar la biblioteca. Entonces adquieren personalidad propia, nos llaman continuamente la atención y lucen más atractivos. ¿Nos habremos tendido una trampa a nosotros mismos?

No. 11: Joseph Sheridan Le Fanu: Dickon el Diablo.

Editado en 1993 con una fuente de letra algo pequeña, se solventa el problema en la reedición de 2017. La traducción de Rafael Lassaletta se sigue muy bien, y la selección de relatos es excelente, con obras que no son las más difundidas del autor. AGOTADO. 

No. 12: Charles Dickens: El guardavías y otros cuentos de fantasmas.

De nuevo traduce Rafael Lassaletta. De Dickens hay numerosas ediciones de sus cuentos de fantasmas o fantásticos. Pero cada editorial parece empeñada en hacer una selección propia. Esta compilación de Valdemar es muy completa, y le otorga todos los honores al que viene siendo el cuento más veces antologado en la historia de la literatura fantástica. AGOTADO.

No. 13: E. F. Benson: La habitación de la torre. 13 cuentos de fantasmas.

Continúan las colecciones de relatos traducidas por Lassaletta. Aparece por primera vez en España un libro dedicado al especialista en ghost stories E. F. Benson. Imprescindible. Reeditado en 2021, vuelve a estar AGOTADO.

No. 14: Nathaniel Hawthorne: Musgos de una vieja rectoría. [Relatos fantásticos y siniestros]

Al centrarse exclusivamente en las aportaciones fantásticas y siniestras de la segunda colección del maestro norteamericano, no hallamos aquí tantos relatos como en la edición de Acantilado; pero sí están los más significativos. Habría que comparar y decidir entre las traducciones de Lassaleta (Gótica) o Marcelo Cohen (Acantilado). AGOTADO.

No. 15: Gustav Meyrinck: El Golem.

Traduce José Rafael Hernández Arias. Una obra en la que hay mucha competencia. La versión clásica de Celia y Alfonso Ungría la encontramos en la impresionante edición de Serie Negra, en Tusquets, con cubierta de Esteban Maroto, así como en los Libros del Zorro Rojo o en una edición con tapa dura del Círculo de Lectores. En Alianza lo encontramos con traducción de Rafael Lupiani, y en 2013 salió además una impecable edición crítica de Isabel Hernández en Cátedra-Letras Populares. AGOTADO.

No. 16: Mary Shelley: Frankenstein, o el moderno Prometeo.

La reedición es muy bonita, con amplio prólogo de Antonio José Navarro y la traducción de Francisco Torres Oliver, múltiples veces impresa. No se entiende la elección de la imagen de la cubierta (el Hombre de Vitruvio, de Leonardo da Vinci) cuando se ha tomado la cubierta original para la reedición del GOT-08. Pero esto son quejas menores. Si no se dispone de alguna edición equiparable (Círculo de Lectores, ilustrada, o Akal, ilustrada y anotada), es una magnífica edición del gran clásico.

No. 17: Edward Bulwer Lytton: Zanoni, o el secreto de los inmortales.

De nuevo se recurre a una traducción de época para este volumen. De hecho, ha habido que actualizar la ortografía, que en la previa edición de Luis Cárcamo, editor (1980) retenía las aes y algunos monosílabos con tilde. Valdemar añade un breve prólogo de Agustín Izquierdo y una cubierta impresionante de William Blake. Se trata en palabras de Robert Aickman de "una de los escasos logros totales dentro del difícil campo de la novela de lo sobrenatural". AGOTADO.

No. 18: Edgar Allan Poe: El pozo y el péndulo y otras historias espeluznantes.

Las traducciones de Poe en Valdemar, previamente aparecidas en Forum y otras editoriales, vienen firmadas por Mauro Armiño. Sería largo sopesar las muchas versiones de Poe en castellano, y aún más las distintas y numerosas ediciones ya sea de la totalidad de sus relatos o antologías. La selección de este volumen es incuestionable para los fines de la colección, y aporta un breve prólogo de Agustín Izquierdo. AGOTADO.

No. 19:  Nathaniel Hawthorne: La letra escarlata.

Otra traducción de Mauro Armiño, de una obra con mucha competencia en ediciones al castellano.

No. 20: Henry James: La fontana sagrada.

Traducción de Fernando Jadraque. En general no me parece un buen traductor de Henry James, especialmente en los relatos. Basta comparar sus decisiones con las de los más respetados en este campo (José Bianco, María Luisa Balseiro o Miguel Temprano) para darse cuenta de su tendencia al término más extravagante (como prueba, el título de esta obra) y a la sintaxis barroca. Dicho eso, en la novela no ofrece su peor resultado, tal vez porque la traducción anterior disponible, la de Montserrat y José Antonio Millán (Fundamentos, 1983), no era tan "abominable" como este poco elegante traductor proclama desde su nota previa, y a la postre no se aleja mucho de ella. Es un título discutido, ya que la posibilidad de interpretarla como novela de vampiros (lo que justificaría su inclusión en esta colección) es tan ambigua como el resto de la producción fantástica de Henry James. 

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   Balance de este nuevo lote: entre los números 11 y 20 sólo están disponibles tres (y no son los más interesantes). Para el coleccionista, esto supone rebuscar lo imposible para dar con ejemplares, o pagar sumas desorbitadas en el mercado de reventa. Este es el principal obstáculo para hacerse con esta colección. Del segundo motivo para ser selectivos y renunciar a completarla, ya vemos un atisbo también en esta tanda: las traducciones. A veces son similares o incluso menos afinadas que otras disponibles. Tendremos ocasión de precisarlo aún más en las próximas entradas. Si hubiera que decantarse, sólo me parecen imprescindibles los GOT-11 y GOT-13. Por formato, cubierta y demás, pueden también hacerse un hueco en las estanterías los GOT-16 y GOT-17; pero los GOT-14, GOT-15, GOT-18, GOT-19 y GOT-20 no tienen mucho que ofrecer frente a otras ediciones existentes en el mercado, y podrían solaparse con algunos ejemplares de nuestra biblioteca. Aun así, y puesto que no hay ningún volumen inferior a las ediciones de la competencia, la colección como tal sigue manteniendo una envidiable salud. Los mayores obstáculos para el completismo coleccionista llegan a partir de la próxima tanda.

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